lunes, 18 de mayo de 2009

¿Por qué son importantes las estrategias en las búsquedas en Internet?


Introducción

Realizar búsquedas exitosas en Internet se ha vuelto un desafío. Cada vez son más las personas con acceso a la red mundial más popular, donde se pueden encontrar grandes cantidades de información de todo tipo y una extensa variedad en las formas en que ésta se representa, que va desde el texto simple hasta contenidos interactivos basados en video, como la teleconferencia en tiempo real. Sin embargo, es precisamente esta característica del Internet actual la que provoca que por momentos este útil recurso parezca inaccesible. ¿Cuál es la mejor forma de buscar información? ¿Qué actitudes tomar para evitar abandonar las búsquedas en el primer intento? ¿Qué mecanismos existen para comprobar la fiabilidad de la información recuperada? Estas son las preguntas que nos hacemos cada vez que emprendemos la difícil tarea de buscar información en la red. El presente texto es una breve reflexión sobre la importancia que tiene la definición y puesta en práctica de la estrategia personal como determinante del éxito o fracaso de las búsquedas en Internet.

El aumento progresivo de la información

Según datos que aporta la compañía de estadísticas sobre mercado digital Comscore, en el último mes del año pasado se superó la cifra de los mil millones de usuarios de Internet. Esto implica que cada vez más personas tienen la posibilidad de colocar información libremente en la red, hecho que trae como consecuencia directa la acumulación de grandes cantidades de datos. Podríamos pensar que estas son buenas noticias, pero existe una dificultad: ¿cómo saber elegir entre tanta información? Conforme aumenta la disponibilidad de los recursos informativos en Internet, aumentan también las dificultades para seleccionar y analizar adecuadamente, se plantea entonces el reto de idear mecanismos, estrategias y criterios que permitan realizar esta actividad con éxito.

La aplicación de estrategias

La consultora de educación a distancia Marta Fuentes Agustí (2001) señala la importancia de ser estratégicos al momento de realizar búsquedas en Internet:

Los usuarios menos estratégicos actúan por ensayo y error sin trazar un plan previo, sin conocer qué recursos de búsqueda existen [...] y sin clarificar tampoco qué palabras clave son las más relevantes para el tema o qué criterios pueden resultar más fiables para seleccionar los mejores sitios [...]. Utilizan el primer sistema de búsqueda [...] sin tener en cuenta sus características y las de la demanda [...] Cuando no encuentran lo que desean tienden a dar por terminada la búsqueda […]. Los usuarios que tienden a llegar a mejores resultados en la búsqueda […] son los que siguen un proceso estratégico que implica un ir y venir entre lo que quieren buscar y la manera en que lo hacen. […] toman decisiones más oportunas en función de la información hallada y de las condiciones de la situación y la tarea. Las revisiones son constantes a lo largo de todo el proceso.

Una estrategia se refiere a establecer las líneas de acción a seguir para lograr un objetivo. Una de las definiciones que aporta el Diccionario de la Lengua Española señala que una estrategia es: “En un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento”. De acuerdo con la definición, podemos decir que, si utilizamos una estrategia, podemos asegurar el éxito en nuestras búsquedas, pero ¿la misma estrategia funciona para todos? Creo que cada uno debe construirla y adaptarla. Por ejemplo, en la estrategia que empleé durante la actividad de esta semana es la misma que la utilizada por otros compañeros: la utilización de motores de búsqueda de distintos tipos, la definición de las palabras claves del tema, el uso de operadores lógicos, la generalización de conceptos en categorías, el aprovechamiento del servicio de búsquedas avanzadas que ofrecen los buscadores y la ejecución de búsquedas recursivas. Pero para hacerla mi estrategia he incluido además, otros elementos más subjetivos, esto es: tener claro cuál es el objetivo de mi búsqueda, qué es lo que pretendo encontrar y qué sé respecto al tema. Son estos elementos los que marcan la pauta del inicio de mi búsqueda.

¿Qué hacer para elegir una buena estrategia?

En Internet existen manuales y tutoriales que ofrecen consejos para la realización de búsquedas en la red, un ejemplo es la serie de sugerencias que Microsoft ofrece en uno de sus sitios web, el cual visité y tomé en cuenta. La mayoría de estos sitios darán recomendaciones sobre qué buscadores elegir, cómo utilizar los conectores lógicos, cómo realizar búsquedas avanzadas, etc. Como complemento a esta información se debe mantener una actitud receptiva, analítica y crítica en el momento de seleccionar la información, cuestionarse continuamente sobre su validez y realizar búsquedas recursivas. No olvidemos la importancia que tiene el considerar las aptitudes y conocimientos personales como punto de partida de la búsqueda.


Conclusión

Emprender la tarea de realizar búsquedas en Internet es una actividad que no se debe tomar a la ligera. Aunque exista una gran cantidad de manuales de estrategias, éstos no nos enseñan a pensar, ni a ser críticos, ni selectivos. Cada estrategia es distinta porque considera aspectos personales de quien la diseña. Una estrategia de búsqueda que me funcione, tal vez no le funcione a otros de la misma forma, ya que la he adaptado en función de mis propias necesidades y formas de pensamiento. Con esto concluyo que las estrategias son determinantes en el éxito o fracaso de las búsquedas en Internet, que podemos diseñarlas tomando como base estrategias más generales y que podemos adecuarlas a nuestras necesidades y metas. Las búsquedas en Internet no tienen que ser un suplicio, sino un ejercicio de crítica y análisis que nos permitan lograr objetivos.


Referencias

La cantidad de usuarios de Internet supera la barrera de los 1,000 millones. Recuperado el 8 de mayo de 2009, de
http://www.estereofonica.com/la-cantidad-de-usuarios-de-internet-supera-barrera-de-1000-millones/

Fuentes, M. (2001). Naufragar en Internet. Estrategias de búsqueda de información en redes telemáticas. Recuperado el 7 de mayo, de http://www.uoc.edu/web/esp/art/uoc/0109037/fuentes.html

Sugerencias para realizar búsquedas en Internet. Recuperado el 8 de mayo de 2009, de http://windowshelp.microsoft.com/Windows/es-ES/help/32d181ae-9aea-4e83-9126-3cfaaf5170563082.mspx
Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22.a ed.). Recuperado el 10 de Mayo de 2009, de http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=estrategia

Características de la información de sombrero blanco

Estas son las principales características de la información de sombrero blanco según el texto “Seis sombreros para pensar”
de De Bono.

Neutral. La información carece de interpretación personal, no se emite opinión alguna. No es utilizada para sustentar o invalidar argumentos.
Sólo cifras o hechos. Sólo se consideran los hechos, las cifras duras. La cantidad de datos está en función de la especificidad con que se requiera.

Enmarcada. La información debe estar enmarcada correctamente.

Objetividad. La información se muestra de manera objetiva.

Especificidad. La información debe seleccionarse de acuerdo con lo especificado en su solicitud. Cuando se solicite se debe ser específico en lo que se desea obtener. Se deben formular las preguntas adecuadas.

Tipos de hechos. Los hechos pueden ser de primera clase (cuando han sido verificados) o de segunda clase (hechos no verificados) Pueden combinarse entre sí.

Anécdotas y ejemplos. Se utilizan anécdotas y ejemplos siempre y cuando se especifique que son hechos de segunda clase, en la redacción se pueden utilizar expresiones como: “en general”, “ocasionalmente”, “algunas veces”, etc.

Referencias
De Bono, E. (2006). Seis sombreros para pensar. Argentina:Ed. Granica.

Reseña crítica del texto La mente sintética. Las cinco mentes del futuro: Un ensayo educativo


Gardner, H. (2005). La mente sintética. Las cinco mentes del futuro: Un ensayo educativo. Barcelona: Paidós, 41-58.

Howard Gardner es considerado como uno de los intelectuales con mayor influencia en el ámbito de la educación, la psicología y la empresa. Se le reconoce especialmente por su Teoría de las Múltiples Inteligencias que dio a conocer en 1983. Es profesor e investigador en la Universidad de Harvard en EU y director del Proyecto Zero. Gardner ha escrito numerosos artículos y libros sobre la relación que existe entre la mente y el aprendizaje, en uno de ellos, Las cinco mentes del futuro: un ensayo educativo, publicado en 2005 por la editorial Paidós en Barcelona, señala la existencia de cinco tipos de mentes que deben cultivarse: la mente disciplinada, la mente sintética, la mente creativa, la mente respetuosa y la mente ética.

El segundo capítulo del libro está dedicado a la mente sintética. Mientras que por un lado nos regocijamos ante la gigantesca cantidad de información disponible en los distintos medios, por otro, podemos sentirnos frustrados cuando intentamos seleccionarla, analizarla o resumirla y, sobre todo cuando queremos integrarla de forma coherente. Esta problemática es abordada por el autor quien evidencia la necesidad que tiene el ser humano de desarrollar efectivamente su capacidad de síntesis, es decir, transformar su mente en una mente sintetizadora.

Entre los distintos tipos de síntesis que menciona, Gardner ofrece una atención especial al trabajo interdisciplinario, reconocido como la adecuada combinación e integración de dos o más disciplinas que se yuxtaponen de tal manera que puedan aportar conocimientos que de manera aislada no sería posible. Podemos observar que en muchos ámbitos es deseable el trabajo interdisciplinario, aunque no se tiene la certidumbre de que siempre funcione, las razones son variadas: no existe disponibilidad para el trabajo en equipo, puede ser rechazado si se basa en una imposición o depende exclusivamente de la motivación y compromiso personales de unos cuantos, pensemos en algunos proyectos temporales de índole gubernamental o institucional que nunca se concluyen. Paradójicamente a los beneficios que se obtienen cuando se pone en práctica el trabajo interdisciplinario, los mayores riesgos de obtener síntesis inadecuadas provienen precisamente de éste. Es imprescindible confirmar que efectivamente se trata de trabajo interdisciplinario y para ello se debe, por un lado, tener certeza de que las disciplinas involucradas se estén aplicando correctamente, es decir, que se tenga al menos un dominio de los conocimientos básicos de cada una, y por otro, para diferenciarlo del trabajo multidisciplinario, es necesario que las relaciones se establezcan a través de las distintas ideologías y métodos de los integrantes.

Retomando la teoría de Gardner, la dificultad que presenta la construcción de síntesis se debe principalmente a la presencia de dos factores estrechamente relacionados con el proceso de aprendizaje del ser humano. El primero se refiere a la disminución de la capacidad de hacer comparaciones y metáforas, tan abundante durante los primeros años del aprendizaje, capacidad que a medida que pasa el tiempo van mermando, el segundo es el contexto inmerso en cada conocimiento que se adquiere, cuya aplicación en el futuro difícilmente se extiende a otros ámbitos.

El autor hace uso de su conocimiento de la inteligencia humana al plantear la diferencia entre la forma en cómo se aplica la síntesis desde la inteligencia-láser, la inteligencia-reflector y las características personales como el pensamiento lineal o la curiosidad. La diferenciación entre los tipos de inteligencias, la existencia de las mismas y el hecho de que la inteligencia es una capacidad que puede desarrollarse, son algunas de las más importantes contribuciones que hace Gardner al mundo de la psicología y de la educación. Partiendo de este conocimiento, el autor propone rescatar los primeros indicios de actividad sintetizadora y reforzarlos continuamente. Aunque se topa con un problema: formalmente no existen criterios para determinar si las conexiones son adecuadas o no, ante este dilema el autor ofrece posibles soluciones: la identificación explícita de lo que se requiere de las tareas, la enseñanza de formas de síntesis y la crítica valorativa de las síntesis a manera de retroalimentación. Es aquí donde entra el profesor como ejecutor de estas soluciones.

En un texto escrito en un lenguaje común, con pocas referencias a términos técnicos y con el auxilio de la ejemplificación de los supuestos mediante la descripción de situaciones comunes, Gardner hace manifiesta la urgencia de desarrollar la capacidad de síntesis. Los conocimientos han dejado de estar agrupados en grandes áreas como sucedía en la antigüedad, al contrario, el nivel de especialización crece paulatinamente, para frenarlo el autor ofrece dos alternativas: que la formación de los estudiantes esté orientada a su participación en grupos multidisciplinarios y la creación de programas que perfeccionen la capacidad de síntesis, cuya práctica dependerá del personal experto y de la formulación de criterios de determinación.

La lectura del texto es obligatoria para los estudiosos de la psicología, una invaluable herramienta para los profesionales de la educación y una guía para hacer más eficiente el trabajo en equipo en las organizaciones, aporta conceptos relevantes aplicables en prácticamente todos los ámbitos en que se desenvuelven las personas. A través de una exposición clara, el autor apoya su tesis en ejemplos prácticos, señalando sin disimulo las enormes deficiencias de los sistemas educativos actuales, que no han logrado establecer una calidad en la enseñanza que potencialice las capacidades mentales del ser humano.

"La mente sintética” en: Las cinco Las cinco mentes del futuro. Un ensayo educativo. RESUMEN

Ante la gran variedad y cantidad de información disponible actualmente es imprescindible contar con la capacidad de síntesis. Entre los tipos de síntesis que pueden apreciarse, sobresale el trabajo interdisciplinario como la más compleja, ya que exige el pleno conocimiento de las disciplinas y que éstas se integren adecuadamente. Sin embargo, existen factores que impiden el desarrollo del pensamiento interdisciplinario: la disminución de la capacidad de comparar y el contexto adherido a los conocimientos que impiden extender su aplicación. No existe un acuerdo general sobre la forma en cómo inculcar el pensamiento sintético en la escuela, en el mejor de los casos se aprovechan las conexiones que hacen los estudiantes desde temprana edad y se trata de mantenerlas, pero no existen criterios para determinar su validez. El reto de la educación es formar a los estudiantes para su incorporación en grupos interdisciplinarios y crear programas que desarrollen la capacidad de síntesis, para lo cual se requiere contar con expertos y definir los criterios que hagan posible la identificación del pensamiento integrador.

Gardner, Howard, (2005). “La mente sintética” en: Las cinco Las cinco mentes del futuro. Un ensayo educativo. Barcelona: Paidós, pp. 41-58.

Logros y retos en el camino hacia la maestría


Tomar la decisión de cursar una maestría fue relativamente fácil para mí. Era consciente de que el trabajo sería arduo y que mi poca experiencia en la investigación podía ser un impedimento, pero el deseo de superación y autorrealización, el afán por adquirir nuevos conocimientos, el anhelo de alcanzar las metas propuestas, me impulsaron a decidirme. Sin embargo, cuando enfrenté la primera actividad (evaluación diagnóstica) y leí los criterios de evaluación que se utilizan para rubricar las competencias, estuve a punto de reconsiderar mi decisión. No tenía la certidumbre de comprender claramente lo que es el pensamiento crítico ni mucho menos su aplicación y, sin duda, la comunicación escrita implicaría muchos retos. Afortunadamente practico desde hace tiempo el estudio independiente y el uso de la tecnología, lo que significó una ventaja.
Una de las actitudes mentales del pensamiento crítico (Espíndola, 1996) es la humildad intelectual, la cual nos permite ser conscientes de las limitaciones de nuestros conocimientos y dado que nunca se termina de conocer, esta actitud siempre debe estar siempre presente. Ahora bien, ser humildes no nos impide dar importancia a nuestros logros. En lo personal, hasta el momento he logrado avances significativos, lo que ha aumenta mi motivación para continuar. De acuerdo con la retroalimentación recibida por mi tutora, sé que mis logros han superado mis expectativas. Ahora puedo exponer ideas propias; incorporar el pensamiento de otros autores; utilizar, analizar, interpretar y evaluar información y, en general, aplicar las actitudes mentales del pensamiento crítico al leer, pensar, hablar y escribir. Al repasar estos avances me percato de que el proceso fue paulatino, pero sustancioso. Sé que es un buen comienzo y que debo reforzarlo para dar lugar a otra actitud mental importante: la perseverancia intelectual.
¿Qué es un reto? Según el Diccionario de la Lengua Española un reto es un objetivo o empeño difícil de llevar a cabo, y que constituye por ello un estímulo y un desafío para quien lo afronta. De acuerdo con la definición, parte importante de lograr un objetivo es la estimulación que se tiene para conseguirlo. Obtener el grado de maestría es indiscutiblemente un gran estímulo si se toma en cuenta que existen varias razones para cursar estudios de posgrado. Según una investigación publicada en la Revista Iberoamericana de la Educación (Esquivel, L.A., & Rojas, C.A., 2005) los principales motivos de los estudiantes para cursar una maestría relacionada con la educación son: autorrealización, conocimiento, poder, seguridad, cambio, logro y afiliación. Sin duda son estímulos fuertes. Lograr cada uno de los objetivos que se presentan a lo largo de la maestría implica un fuerte compromiso y motivación constantes. Particularmente, para lograr los retos que vienen con el segundo nivel de competencias sé que debo poner especial atención en las habilidades del pensamiento crítico, principalmente en la argumentación sólida y en la definición de conceptos como acertadamente señala mi tutora.
La primera estrategia que utilizaré para tener las competencias del segundo nivel es incorporar a la red de apoyo Ágora. A lo largo del curso hemos realizado actividades, compartimos materiales y estrategias, hacemos observaciones a los textos que escribimos, aclaramos dudas, etc. Considero que es un buen equipo de trabajo. También hay estrategias que aplicaré de manera personal ya que se ajustan a mi manera personal de trabajar, por ejemplo en la planeación del tiempo para la realización de actividades reservaré espacio para la lectura de materiales que complementen lo visto en la maestría. Considero diseñar y ajustar mis propias estrategias según lo que me ha funcionado y las necesidades futuras. Una estrategia de lectura que he comenzado a aplicar es la de leer títulos y subtítulos antes de leer el contenido completo de un texto, señalando con marcas personales aquellas ideas que me parecen importantes, haciendo anotaciones y reflexionando a lo largo del texto lo que voy comprendiendo, relacionando lo aprendido con conocimientos previos. Dentro de la planeación del tiempo está considerada la búsqueda de información recursiva en Internet, tomando en cuenta lo visto en las sesiones con el Dr. Gándara. Otra estrategia que he comenzado a aplicar es la de pedirle a un compañero, en este caso a la red de apoyo, sus comentarios sobre algo que haya escrito. La retroalimentación es un mecanismo para corregir o realizar los ajustes necesarios y genera un espacio de discusión productivo.

Referencias

Espíndola, J. L. (1996). Reingeniería Educativa. México: Colección Biblioteca de la Educación Superior.

Esquivel, L.A., & Rojas, C.A. (2005). Motivos de estudiantes de nuevo ingreso para estudiar un posgrado en educación. Revista Iberoamericana de Educación, 36/5, 7-11.

Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22.a ed.). Recuperado el 15 de Abril de 2009, de http://buscon.rae.es/draeI/

Estrategia de Lectura/Escritura

Los siguientes puntos son esenciales para diseñar una buena estrategia de lectura/escritura:


Estrategia de Lectura

· Leer títulos y subtítulos
· Señalar ideas y palabras clave con un código personal
· Formular preguntas
· Pensar en ejemplos para los conceptos
· Formular un organizador gráfico


Estrategia de Escritura

· Definir Tema y Objetivo del texto
· Establecer el lector a quien está dirigido el texto
· Definir el modo discursivo y la función lingüística del texto
· Escribir el texto
· Revisar el texto
· Pedir a otros que lean el texto
· Evaluar las observaciones que hagan los lectores
· Reescribir el texto
· Releer
· Dar el formato al texto

jueves, 14 de mayo de 2009

¿Hay alguien que no tenga prejuicios?

No es muy común sentarme y pensar sobre los prejuicios que poseo. Cuando leí las actividades para esta semana me sorprendió que la sesión estuviera dedicada a identificar nuestros prejuicios. Me pregunté ¿qué tiene que ver esto con la maestría? Durante la sesión, escribí los míos, escuché los de mis compañeros y entendí: todos tenemos o hemos tenido algún prejuicio. Seguramente muchas decisiones de nuestra vida las tomamos en función de ellos. Con algunos crecimos, otros los construimos, algunos más nos son impuestos por el entorno; pero todos ellos forman parte de lo que somos y de la forma en cómo nos conducimos socialmente. Vale la pena revisar el porqué están aquí, cómo interfieren en nuestra vida y cómo podemos librarnos de ellos cuando sus consecuencias son negativas y nos crean conflictos.
El Diccionario de la Lengua Española define al prejuicio como Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal. Para el doctor en Psicología estadounidense Robert S. Feldman los prejuicios son evaluaciones o juicios negativos o positivos respecto a los integrantes de un grupo, que están basados principalmente en la pertenencia de dichos individuos al grupo, más que en el comportamiento de un individuo particular (Acuña-Ruiz, Oyuela, 2006). Al leer estas definiciones nos damos cuenta que existe un factor esencial en el prejuicio: la falta de conocimiento con respecto al hecho, objeto o sujeto de cual se trata. Nos formamos una opinión y como consecuencia generamos actitudes basadas en la falta de verdad o aprobamos un hecho aceptado culturalmente sin someterlo a un juicio distinto y bajo esa certeza contribuimos a su perpetuidad. Para tal caso, es igualmente peligroso si el juicio que se emite es positivo o negativo.
Los prejuicios no nacen solos, surgen con base en los estereotipos. Un estereotipo es un esquema fijo y preconstruido de carácter conceptual, lingüístico, sociológico e ideológico, asimilado de una comunidad social o cultural compartida (Herrero, 2006). El estereotipo permanece inmutable dentro del ambiente social en que uno se desenvuelve. Incluso, se considera necesario al servir de soporte en la percepción de la realidad del mundo, facilita el contacto y relación con los demás al compartir los mismos esquemas (Herrero, 2006). Entonces, ¿por qué da lugar a actitudes que pueden desencadenar conductas agresivas entre grupos distintos?
Una combinación de ideas estereotipadas, emociones exageradamente fuertes y la ausencia del conocimiento, contribuye a la generación de conductas extremas. A partir del prejuicio tienen lugar la discriminación, la exclusión, el racismo, entre otras prácticas que contravienen los derechos fundamentales del ser humano. La presión de la conformidad social explica porqué se absorben rápidamente prejuicios de la gente más cercana a nosotros (Morris, Ortiz, 2005). Un grado excesivo de estas creencias ha propiciado el surgimiento de sectas u organizaciones con ideologías que manifiestan desprecio y odio hacia sectores con los que no comparten estereotipos. En un afán de pertenecer y ser aceptados en un grupo social, podemos asumir actitudes de las que probablemente no estemos en total acuerdo.
Al concluir esta actividad reflexiono sobre los problemas sociales de mi país y del mundo. La falta de entendimiento entre las personas, la ausencia de apertura a distintas formas de pensamiento, la carencia de disponibilidad para aceptar las diferencias que todos tenemos, todo ello impide una convivencia pacífica y respetuosa, origina conflictos sociales, violencia, guerras, pobreza. Me queda más claro ahora cual es la intención del análisis de los prejuicios que realizamos en la sesión. En la maestría trabajamos en equipo, porque se requiere para construir un mejor conocimiento a través del trabajo colaborativo, por lo tanto, no podemos permitir que los prejuicios intervengan y obstaculicen nuestro trabajo. Mantener una mente abierta nos permitirá desarrollarnos mejor en lo académico y lo social. Lo que practiquemos en este espacio, sin duda tendrá repercusiones en nuestra propia vida y en la de los que nos rodean.


Referencias

Herrero, H. (2006). La teoría del estereotipo aplicada a un campo de la fraseología: las locuciones expresivas francesas y españolas. Espéculo. Revista de estudios literarios. Recuperado el 27 de Marzo de 2009, de http://www.ucm.es/info/especulo/numero32/teoreste.html.


Acuña-Ruiz, A. E. & Oyuela, R. (2006). Diferencias en los prejuicios frente a la homosexualidad masculina en tres rangos de edad en una muestra de hombres y mujeres heterosexuales. Psicología desde el Caribe, 18, 58-88. Recuperado el 27 de Marzo de 2009, de
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=21301804


Morris, C. (2005). Introducción a la Psicología. (12ª ed.). México. Pearson Educación de México.

La educación informática en México: de moda a necesidad

Cuando escuchamos por primera vez hablar sobre computadoras en México éstas ya habían aparecido en el mundo desde hacía varios años. Muchos la consideraban como la herramienta del futuro. Con el paso del tiempo se ha demostrado que era verdad. La computadora es un instrumento que sobresale por su multiplicidad de posibles aplicaciones. En un principio hubo interés por aprender su funcionamiento impulsado más por una cuestión de moda que por aprendizaje en sí mismo. Más tarde la necesidad se hizo latente, el uso de la computadora era exigido por la industria o la empresa. En la actualidad sabemos que gracias al avance de las telecomunicaciones la computadora permite acceder a áreas más amplias del conocimiento. Esta situación es aprovechada por la educación que sin duda se ve beneficiada por el avance tecnológico.
Los inicios de la enseñanza de la computación en México
México empezó a formar parte de los países con acceso a la tecnología informática cuando en 1958 la UNAM instaló la primera supercomputadora dirigida principalmente a procesos académicos y de investigación. Para finales de los 60's ya había más de 350 computadoras en el país. Las empresas, principalmente entidades gubernamentales, las habían adquirido o arrendado generalmente para proyectos de investigación. El personal operativo con el que contaban era capacitado por la misma empresa o por la compañía proveedora de los equipos ya que las instituciones educativas no proporcionaban aún los recursos humanos necesarios para afrontar la demanda. Algunas instituciones enviaron a egresados de las carreras de ingeniería al extranjero (EU, por supuesto) para que se convirtieran en formadores de profesionales en computación.
La fabricación en serie de computadoras personales en los 80's implicó una disminución considerable en los costos de producción y una baja de su precio, lo que permitió la la adquisición y uso generalizado de equipos de cómputo. La inmersión de las computadoras en los sectores productivos del país, contribuyó a incrementar las posibilidades de informatizar los procesos administrativos generados en las empresas como nóminas, inventarios, manejo de cuentas, etc. Esto dio lugar a una necesidad imperante de contar con profesionales o técnicos que pudieran aplicar las herramientas informáticas disponibles en el mercado para cubrir sus necesidades de información; situación que fue aprovechada por pequeñas y exitosas escuelas de computación de reciente creación que ofrecían cursos intensivos de informática, como el manejo de paquetería
[1] y lenguajes de programación[2]. Estos cursos preparaban rápidamente a las personas formando técnicos para el campo laboral y especializados en ciertas áreas como diseño, programación, y programas contables. Estas escuelas no exigían estudios de bachillerato o de licenciatura y ofrecían bolsa de trabajo asegurada. La fiebre de la computación estaba en su apogeo. Se escuchaban términos como: “la computación es la carrera del futuro” o “la otra alfabetización”. El tipo de educación que estas escuelas ofrecían se enfocaba más en responder a las necesidades inmediatas de empleo que impartir una verdadera formación informática en los estudiantes.
Por su parte, instituciones educativas como el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Nacional Autónoma de México, el Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey y algunas universidades estatales ofertaron maestrías y especializaciones en el área de computación. Más tarde ofrecieron estudios a nivel licenciatura en las áreas de computación e ingeniería en sistemas. Sin embargo, las posibilidades de ingreso a estas instituciones no eran (ni son en la actualidad) tan altas y dado que se requieren estudios de nivel medio superior muchos jóvenes optaban por cursar una 'carrera corta' que les proporcionaba un acceso rápido al campo laboral. La elección de las carreras cortas dejó de ser una opción viable, ya que las universidades arrojan año con año miles de profesionales que compiten en el mercado laboral y las empresas gradualmente exigen estudios de licenciatura para cubrir puestos de trabajo inclusive de nivel técnico.
Las escuelas privadas —sobre todo a nivel medio y medio superior— que ofrecieron estudios de computación en sus planes de estudio vislumbraron la posibilidad de aumentar su matrícula y explotaron al máximo la idea de la necesidad de aprender computación para tener 'un mejor futuro en la vida'. Instauraron entonces, la nueva materia pero sin integrarla efectivamente al resto de las asignaturas, creando una carga más para el estudiante que poco percibió la importancia de la computadora como herramienta de apoyo para el estudio, limitando su utilidad a un procesador de textos o un programa para realizar dibujos. Esta falta de integración curricular, aunado a la resistencia de los profesores para aventurarse y descubrir los usos didácticos y prácticos de la computadora impedían ver el potencial que la tecnología informática ofrece al proceso de enseñanza-aprendizaje.
Educación informática e informática educativa
A diferencia de la educación informática que como se ha visto, se refiere a la incorporación de la enseñanza de la computación como tema propio al sistema educativo, la informática educativa se entiende “como herramienta para resolver problemas en la enseñanza práctica de muchas materias; es un nuevo medio para impartir enseñanza y opera como factor que modifica en mayor o menor grado el contenido de cualquier currícula educativa”
[3], la capacidad de la informática para utilizarse como instrumento de enseñanza-aprendizaje de múltiples áreas de conocimiento, hace que la informática educativa sea un campo de trabajo con amplias posibilidades de estudio.
El empleo de la informática como herramienta para la educación tiene un fuerte empuje con la aparición de las redes de las computadoras y los sistemas multimedia
[4], éstos últimos permiten diseñar programas computacionales para la enseñanza[5] y las primeras favorecen su distribución y acceso a través de Internet. Un ejemplo de esta aplicación en México tiene lugar a finales de la década de los 80 cuando el ILCE, a petición de la SEP, desarrolló un modelo pedagógico de educación básica para escuelas públicas y creó programas educativos en varias áreas como parte del proyecto denominado COEEBA-SEP (Computación Electrónica para la Educación Básica). La principal importancia del modelo COEEBA-SEP radica en que aborda tanto el conocimiento de la tecnología informática como su aplicación didáctica en otros temas.
No sólo es el acceso inmediato a grandes cantidades de información lo que la tecnología informática provee como herramienta didáctica al proceso de enseñanza-aprendizaje, sino también la forma en cómo se presenta esta información: la adición de video, sonidos, e imágenes a los textos que se muestran, los simuladores que explican fenómenos y modelos científicos, la interactividad entre aplicación-estudiante, el autoaprendizaje y autoevaluación son algunos ejemplos de las posibilidades que brinda la informática educativa.
La dependencia que se tiene actualmente de las computadoras y la gran expansión de las tecnologías de la información y comunicación (TIC's) obliga por una parte, a la incorporación no sólo de la enseñanza de la computación desde los niveles básicos del sistema educativo, sino a la implementación de la informática en las diversas áreas, no por una cuestión de moda, actualmente es necesario ofrecer a los estudiantes herramientas para que puedan comunicarse y aprender mejor y así enfrentarse a un mundo cada vez más inmerso en las tecnologías de la comunicación. Por otra parte, dado que la tecnología por sí misma no es suficiente el docente ha de desprenderse de prejuicios, hacer gala de su propia capacidad de autoaprendizaje, enfrentarse al reto que implica la utilización de estas herramientas en el ámbito escolar y abrir su disposición a los nuevos métodos y estrategias de trabajo que le enseñarán a guiar y acompañar este proceso de aprendizaje.

Referencias

http://www.cs.cinvestav.mx/SemanaComputoCINVESTAV/Computo.html fecha de consulta:
http://www.bibliodgsca.unam.mx/tesis/tes4enal/sec_7.htm
http://www.inegi.gob.mx/inegi/contenidos/espanol/ciberhabitat/escuela/maestros/tiyescuela/ti_2.htmhttp://www.url.edu.gt/sitios/tice/docs/cong_1996/CONGRESSO_HTML/1
[1] Conjunto de aplicaciones informáticas destinadas a auxiliar labores administrativas o de negocios.
[2] Lenguaje informático que permiten controlar el funcionamiento de una computador y crear programas y aplicaciones.
[3] Luis P. Beccaria y Patricio E. Rey. La inserción de la informática en la educación y sus efectos en la reconversión laboral. Instituto de Formación Docente SEPA. Buenos Aires. Argentina. Obtenido en http://www.url.edu.gt/sitios/tice/docs/cong_1996/CONGRESSO_HTML/110/Colombia.html
[4] Las aplicaciones multimedia incorporan texto, vídeo, sonido y gráficos para presentar información.
[5] Un ejemplo de estos programas son los simuladores. Un simulador informático es un programa que reproduce o modela una réplica de fenómenos de la realidad.